Realizar una adaptación gráfica de la novela Hijo de ladrón –probablemente la obra más significativa de Manuel Rojas y de las más complejas en su estructura– es un desafío mayor que sus autores principales, Christian Morales y Luis Martínez (texto e ilustraciones respectivamente), se impusieron para beneficio de las nuevas generaciones de lectores.
Como señala en su prólogo Ramón Díaz Eterovic, el cómic y la novela gráfica son formatos creativos de nuestro tiempo, cuyo resultado, como en el presente caso, nos motiva a esperar un renovado interés de jóvenes y adultos por acercarse a la literatura chilena.
Hijo de ladrón, la novela gráfica, reproduce con inusual talento por medio de sus poderosas imágenes, los motivos rojianos, sus atmósferas, la dureza de la vida de sus personajes –Aniceto Hevia en el centro–, el poder de la ley, la soledad, la búsqueda de libertad y del lugar de pertenencia. Una adaptación que recoge con fidelidad a los hitos fundamentales de la novela, y que integra las otras voces que van completando los distintos relatos, permitiéndonos seguir junto con Aniceto su azarosa travesía existencial.
¡Muchas gracias a Ocho Libros por el ejemplar!
Este libro es una adaptación de la gran novela del escritor chileno Manuel Rojas. Los autores realizan una adecuación de la historia en un trabajo gráfico, donde la novela se presenta mediante ilustraciones de grafito y diálogos estilo cómic.
En una asignatura de Literatura Chilena en la universidad tuve que leer y trabajar la novela Hijo de ladrón, por lo que ya conocía el libro y la historia de Aniceto Hevia. La novela trata sobre la vida de un hombre que narra sus vivencias, desde su niñez, pasando por su juventud y relatando los hechos que lo llevaron hasta su situación actual. Debido a un episodio en su infancia, el protagonista debe (sobre) vivir con dificultades. Tras perder a su madre y tener a su padre condenado por ser un famoso ladrón, desde pequeño se las ingenia para subsistir en un camino acompañado por la pobreza, relatando desde la perspectiva del protagonista las dificultades de una vida marginal. Es un libro muy importante dentro de la historia de la literatura chilena, con traducciones a idiomas como el inglés, ruso, italiano, francés, portugués, entre otros.
Hijo de ladrón, la novela gráfica realmente es un libro genial, con dibujos que plasman las vivencias de Aniceto Hevia con gran precisión. Los detalles de los trazos logran captar las emociones de los personajes mediante las expresiones en los rostros. Los ambientes que se presentan desde distintos planos logran que cada página transmita lo potente de la novela, con planos de las ciudades por las que el protagonista vive a lo largo de la historia, como el gran Valparaíso por ejemplo. Además, al leer iba captando que la adaptación de los diálogos está muy bien lograda, con frases y fragmentos que demuestran una selección que hace honor a la prosa de Manuel Rojas.
El libro es una obra visual que logra expresar la historia de Aniceto por medio de dos tipos de lenguaje (el escrito y el visual) generando que sea una manera atractiva de captar la atención del lector. Durante la novela se presenta el lado b de la sociedad, el sector marginal de Chile, lo que personalmente creo se ilustra con un gran trabajo en el libro.
Considero que es una obra que vale la pena conocer, leer y disfrutar. Muy bien trabajada la historia, los personajes y las complejidades de la sociedad, la carga social y psicológica de la novela de Manuel Rojas. Que además incluye un making-of de cómo se realizó la novela gráfica, mostrando cómo fue la creación y edición del libro. Sin duda lo recomiendo totalmente, una gran obra literaria y visual.
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