¡Mil gracias a Ediciones B por el envío del ejemplar!
"Se me dan muy bien los secretos. Mis amigas me cuentan todos sus trapos sucios porque saben que jamás contaré nada a nadie. No tienen ni idea de que los últimos cinco años les he estado ocultando un trastorno mental."
Desde que se publicó Every Last Word - el título original de Hasta la última palabra - quise leerlo. Me llamó mucho la atención su sinopsis y el ver que tenía buenas reseñas. Cuando lo vi en el catálogo de Ediciones B no dudé ni un segundo en leerlo.
La historia sigue a Samantha, una chica de tercer año de Secundaria quien tiene problemas. ¿Qué problemas? Samantha convive diariamente con TOC, trastorno obsesivo compulsivo, por lo que lucha con su propia mente siempre. Pero el TOC de Samantha no se ve, no es que ella tenga que ordenar su pieza constantemente, ni que deba lavarse las manos, sino que su TOC es más bien psicológico. Es decir, ella está TODO el día pensando, en ningún momento su cerebro se apaga y para controlar un poco los pensamientos debe estar medicada e ir a terapia. Otra forma que tiene de olvidar un poco su tormento es nadar. Samantha es campeona del condado en competencias de natación y en esos momentos en que está nadando se olvida de todo y todos.
"Estoy mentalmente agotada. Sin palabras, sin ningún pensamiento. Es delicioso estar así de vacía."
Realmente Sam es un personaje al que le tomé muchísimo cariño. Ella siempre está luchando contra algo que es muy difícil de luchar: la mente. Ella sabe que lo que tiene no es "normal", sabe que el que su cerebro esté las 24 horas del día gritándole no es algo por lo que pasen todas las chicas de su edad. Es por esto que ella también está avergonzada por lo que sucede y le esconde el secreto a su grupo de amigas: Alexis, Olivia, Hailey y Kaitlyn. Ellas son las más top del colegio y cada una tiene personalidades diferentes.
Las amigas de Alexis, si bien son superficiales, no son o al menos no las encontré cien por ciento malas. Creo que sus circunstancias las han hecho como son, malcriadas y superficiales, pero sentí, en especial al final de la novela, que no eran malas chicas, sino que les cuesta salir de su molde.
El personaje que tiene muchísimo peso en la novela es Caroline, una chica que Samantha conoce en la escuela y quien es todo lo contrario a las amigas de esta última , no le preocupa lo que viste, es relajada y divertida. Caroline presenta a Sam un grupo de chicos de la escuela que forman el Rincón de los Poetas y al que Sam se une.
Es a partir del descubrimiento de este Rincón que la vida de Samantha cambia.
"Me han dicho que este sitio podría cambiarme la vida y, bueno ... supongo que a mi vida le iría bien un buen cambio."
Fue muy interesante y emocionante ver cómo, a través de las palabras, Samanta comienza a aceptar quién es, lo que puede y no puede hacer, lo que debe cambiar y transformar en su vida para hacerla mejor. En este grupo conoce chicos y chicas muy diferente a ellas, con historias detrás que son muy distintas a la de Samantha, pero que de una u otra forma se relacionan con ella, ya sea por la soledad, el dolor, la pérdida o la confusión.
Es en este grupo en donde se reencuentra también con AJ, un compañero de clases con el que Samantha comienza a tener una amistad y una relación muy linda y especial. Él siempre está ahí para apoyarla y ayudarla en lo que ella necesite y también siempre está dispuesto a estar con ella.
Sin duda, Hasta la útima palabra es un libro lleno de momentos emotivos, de giros inesperados y que demuestra que la vida puede cambiar con un gesto, una acción o ,simplemente, con una palabra.
"Las pocas lámparas que dejamos encendidas iluminan suavemente las paredes, y pienso en todos los papales que nos rodean, en todo el amor, dolor, miedo y esperanza que contienen. Estamos rodeados de palabras."
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